domingo, 22 de agosto de 2010

Que no se apague el silencio


Que no se apague el silencio,

Y el crujir de las rimas de los arboles

Los pajarillos silbando inconexas melodías

El viento limando el ojo de la cerradura

La chapa dilatada de zinc

Una ciclomotora cincuenta

La bisagra de la ventana jodida

Y las aves en contrapunto

El perro tobillero,

mas chapas bamboleadas por el aire.

Con la tierra el pescador,

Tubos de gas noqueando el asfalto,

El aire veloz se acelera

y a su azar quedan

dispersos todos los sonidos.

Un sapo me pide que lo anote

Desde un húmedo ladrillo,

Si pudiera clasificar el canto de las aves...

Quisiera ponerle nombres,

Pero no puedo.

Sigo. Busco.

Pido.

Que no se apague el silencio…

Luciérnago Sinluz


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