Brote, sentir que una palabra bien colocada hace sucumbir el pecho. Brote que no es iluminación divina en mi, si no trote, algo que nade vaya vuelva caiga siga. Búsqueda desesperada desesperado camino ciego. Pero que se llena al hundir el talón. Brote también para buscar la forma mas perfecta de acariciarte. Brote de navíos, del corte del determinismo de los ríos. Brote.
Como bebo me espasmo me tiento me inclino me arrodillo me recuesto me declino y vuelvo a comer de apenas la punta, un mínimo pedazo, una minúscula porción del hielo de este iceberg inacabable, terminantemente renovable con mi cuchara, diminuta, mis manos.
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